La Confederación General Empresaria (CGERA) acompaña los esfuerzos del Gobierno Nacional en su lucha contra el contrabando. Sin embargo, considera preocupante que la mercadería secuestrada por la Aduana Argentina pueda finalmente ingresar de manera legal al mercado argentino, a valores ínfimos, a través de remates o donaciones; y perjudicar, de este modo, a las pymes locales.
En los últimos días, la Aduana ha informado que mantiene retenidos en su poder 4500 contenedores sospechosos de falsedad en la declaración del peso y de las mercaderías; y que 400 de ellos ya se encuentran en proceso de remate.
Marcelo Fernández, Presidente de CGERA, sostuvo que “como hemos dicho en varias oportunidades, haber combatido el contrabando ha ayudado mucho en estos momentos, al frenar esos 4500 contenedores está ayudando a mantener la actividad de los sectores sensibles a las importaciones”. Además, agregó que “lo que no vemos bien, es que esos contenedores salgan a remate, a precios que serían muy por debajo de lo que realmente vale la mercancía, con lo cual el daño para las pymes sería muy fuerte”.
La postura de CGERA es firme: esa mercadería debería destruirse, para no perjudicar a las empresas locales, que son las grandes generadoras de empleo en la Argentina.
Asimismo, nos oponemos también a que la mercadería ingrese como donación debido a que, bajo esa modalidad, los productos siempre han terminado en los mercados clandestinos que compiten de manera desleal con los productores locales.
Si la idea del Estado Nacional es rematar la mercadería secuestrada, el precio base de la misma debería ser a los valores reales de la mercadería en el mercado. Para esto, las cámaras de cada sector tendrían que ser convocadas para determinar en conjunto con el organismo público el valor real de cada lote.
“Creemos que sería bueno que el estado se comunique con las cámaras y ver que hay en cada contenedor para que la base sea justamente un precio de mercado y no un precio de remate, que puede no tener oferentes y puede ser comprado a un precio vil, lo que dañaría aún más la situación de las pymes. Esta mercadería seguramente afecte al calzado, la indumentaria, el juguete, la marroquinería la electrónica y a los insumos de estos sectores”, completó Fernández.
Si a los bajos valores reales de los productos provenientes de otros países se le suma aún una rebaja producto del valor de remate; el precio de esa mercadería equivaldría a una competencia desleal, que ocasionará un grave perjuicio para la ya debilitada economía de las pymes.
La baja del contrabando es importante para la economía de nuestro país, pero si la mercadería secuestrada en los puertos logra ingresar y de manera legalizada, el daño que se produce a nuestras pymes es aún mayor.
Según informes en medios gráficos nacionales, los remates de mercadería se realizarán a través del Banco Ciudad y comprenden productos textiles, computadoras, pendrives, antenas, televisores, teclados, equipos de música, máquinas de coser y vestimenta, entre otros.