Recordamos el 2 de Abril 1892, como fecha de los caídos y héroes de Malvinas, pero siempre está la otra historia, la más escondida y nefasta, la que no se puede conmemorar, la de un gobierno de facto, desprestigiado y decadente, que intenta perpetuarse mediante una causa justa. La recuperación de Malvinas es una causa nacional, aunque todos queremos que sea por medios pacíficos, racionales.
Pero hay otro 2 de abril, el de 1976, que fue donde se manifiesta la verdadera intención de la Última Dictadura Cívico Militar, lejos de “pacificar la Argentina” o “erradicar la lucha de las guerrillas” de esa época. Ese día fue cuando Martínez de Hoz expuso al pueblo su plan económico. De hecho, la primera medida de la Dictadura de Videla fue la intervención de 2 instituciones básicas para destruir un plan de desarrollo: la CGT y la vieja CGE. El verdadero plan, para que la Argentina solo produzca bienes primarios y bicicleta financiera, y no desarrolle su industria, ni distribuya su riqueza. Básicamente, que no pueda ser independiente. A partir de ese plan, se destruyeron miles de industrias pymes, creció la desocupación y la pobreza, y nos endeudamos fenomenalmente.
Como esas bromas del destino, fue otro 2 de abril, el de 1991, cuando entra en vigor el plan de Convertibilidad anunciado por el ministro Cavallo, con idénticos resultados al programa del 1976.
En este 2 de abril, la Confederación General Empresaria de la República Argentina recuerda con tristeza todos estos 2 de abril. A su vez, lamentamos que aún no se haya aprendido nada de nuestra historia, y volvamos a repetirla sin ningún atenuante, con diferentes métodos, pero idénticos objetivos.
Por todo esto decimos NUNCA MÁS que los esfuerzos de los argentinos sean en beneficio de otros y NUNCA MÁS la destrucción sistemática del aparato productivo, que trae riquezas, trabajo y dignidad a los argentinos.